La maravilla: Milagros Escondidos en La Tierra

La maravilla: Milagros Escondidos en La Tierra

Por las mañanas, en mi pequeño rancho donde nací, crecí y viví, despertábamos con la brisa fresca y con el aroma dulce de unas flores únicas. Esa planta se llama maravilla, y con razón lleva ese nombre, porque para mí es milagrosa y maravillosa, llena de bondades y propiedades que sanan el cuerpo y el alma.

Sus flores son un remedio para la vista cansada, cuando los ojos ya no distinguen de lejos y todo se ve borroso. Cortábamos las florecitas, las dejábamos reposar en agua, y con esa agua nos poníamos gotas en los ojos. Al instante, la visión se aclaraba. Mi padre la usaba porque padecía de carnosidad en los ojos, y siempre le traía alivio. Yo también pasé por lo mismo, y por un tiempo la utilicé; gracias a la maravilla, hoy mis ojos están limpios.

Y no solo la flor guarda secretos: su raíz es otra maravilla más. Tiene la forma de un camote, y al molerla o machacarla, se convierte en una pasta que se aplica directamente sobre los tumores accesibles. Con constancia, los disuelve y devuelve la salud.

Por eso cada día estoy más enamorada de cada planta que conozco. Cada una lleva consigo un milagro escondido en sus hojas, flores o raíces. Y la maravilla, con su nombre tan bien puesto, me recuerda que la naturaleza es un regalo divino, una medicina viva que Dios puso en la tierra para nuestro bien.

Escrito con amor, 

Mama Katy

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